viernes, 25 de octubre de 2013

Las salidas de los distintos subgrupos de las existencias se cuantifica por el valor histórico (precio de coste). Si los precios de adquisición o coste de las existencias no tuvieran ninguna variación, su valoración se limitara a multiplicar el número de unidades existentes por su precio unitario. Pero no es así en la realidad económica. Los precios de los productos que entran en el almacén son diferentes y no siempre resulta fácil identificar cuál es el producto que sale hacia una nueva fase de producción o, definitivamente, es vendido.
En el caso de las existencias comerciales cabe diferenciar dos posibilidades entorno a la salida de productos del almacén:
1) Que sea posible identificar el coste particular del producto, como sucede en algunas empresas que se dedican a la venta de productos diferentes o muy seleccionados, tanto en número como en calidad. El coste del producto vendido estará detectado aisladamente y tan sólo hay que descontar su valor correspondiente (el que previamente estaba registrado en existencias). Por tanto, valor de entrada y de salida es único e idéntico para cada producto en particular porque es perfectamente conocido e identificado el coste del mismo.
2) Que no sea posible identificar el coste concreto del producto, como es habitual en la mayoría de las empresas. Esta situación se presenta cuando los productos son físicamente iguales, comprados a distintos precios, y con movilidad de entradas y salidas. Sin un estricto control físico, que por otra parte podría suponer un coste que haría inviable su implantación, difícilmente puede saberse sí los productos vendidos son los primeros que se compraron, los últimos o los intermedios.
En este último caso, tiene que recurrirse a la aplicación de un método arbitrario de valoración de las salidas, que, en última instancia, determina el valor de las existencias. Su elección depende de la conveniencia para la gestión y deberá seguir "el principio de uniformidad", es decir, adoptado un criterio de valoración, deberá mantenerse en el tiempo, salvo que existan razones extraordinarias que aconsejen su alteración. Son tres los métodos principalmente aceptados en valoración:
a) LIFO (last in, first out). Entiende que la última mercancía que entra es la primera que sale. En consecuencia, el valor de coste de la última venta será igual al precio de adquisición de la última mercancía comprada y, por tanto, quedan como existencias finales las entradas más antiguas. Última entrada, primera salida, abreviado UEPS.
b) FIFO (fírst in,first out). Considera que la primera existencia que entra es la primera que sale. El coste de la venta, por tanto, será el más antiguo de los precios de adquisición existentes. Este método de primera entrada, primera salida, abreviado PEPS, supone que las existencias inventariadas coinciden con las últimas entradas. En entornos inflacionistas valora a un mayor coste las existencias al considerar las últimas que son las más caras. Por ello incrementa más el resultado de la empresa que otros métodos como el anterior.
c) Precio Medio Ponderado (PMP). El valor de coste de la venta es la media ponderada de los distintos precios de entrada en función del volumen de unidades adquiridas a cada uno de los precios. Ello tiene como resultado, en las condiciones actuales del mercado, un coste intermedio entre los dos anteriores.
FechaUnidadesValor
Existencias iniciales1-14004.800
Compra12-380011.200
Venta10-5600
Compra20-86009.000
Venta27-12900
Existencias finales31-12
a) Por el método LIFO:
Precios121415
Existencias iniciales400
Compra800
Venta(600)
Compra600
Venta(100)(200)(600)
Existencias finales300
Así las existencias finales son (300 x 12) = 3.600.
b) Por el método FIFO:
Precios121415
Existencias iniciales400
Compra800
Venta(400)(200)
Compra600
Venta(600)(300)
Existencias finales300
Así las existencias finales son (300 x 15) = 4.500.
                     Por: claudia Riveros

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